Para evitar en la medida de lo posible estos problemas y mantener una espalda lo más sana posible, nada mejor que realizar una serie de estiramientos que nos ayudarán a mantener la tonicidad de los músculos y aliviar las tensiones acumuladas en los mismos, como los que te presentamos:
- Sentado, con la espalda recta, las rodillas flexionadas y los pies apoyados en los talones, cógete las manos por detrás de la cabeza. Contrae los abdominales y gira a hacia la izquierda todo lo que puedas. Repite el movimiento cuatro o cinco veces, hasta que sientas cómo tus músculos se relajan.
A continuación repite el giro y flexiona el cuerpo hacia adelante, inclinando el tronco. Mantén la posición uno o dos segundos y vuelve a la posición erguida. Repite el mismo ejercicio hacia la derecha y haz diez repeticiones hacia cada lado.
- Elevación de pelvis: Túmbate boca arriba y mantén las rodillas flexionadas, apoyando los pies en el suelo, separándolos ligeramente. A continuación, tira de las caderas hacia arriba, de forma que la espalda se despegue del suelo y quede apoyada sólo la parte superior de la espalda. Mantén la posición durante unos cinco segundos y baja despacio, vértebra a vértebra, notando cómo se relaja la espalda. Repite cinco veces.
- Flexión de rodillas: Tumbado boca arriba, mantén las rodillas flexionadas y los brazos extendidos a lo largo del cuerpo con las palmas hacia el suelo. Acerca ambas rodillas al pecho y abrázatelas con los brazos para aumentar el estiramiento. Mantelo unos segundos y vuelve a la posición inicial. Repetir cinco veces.
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