En este artículo nos proponemos contarte las consecuencias que causa el cigarrillo a nivel estético, es importante tener en cuenta que fumar, además de perjudicar tu salud, perjudica parte de tu belleza natural que tanto amás tener.
Nuestro atractivo se caracteriza por tener piel saludable y firme, cabello brilloso y con volumen, manos suaves, con uñas arregladas y en buen estado, linda sonrisa y piernas sin celulitis ni estrías.
Lo que hace la nicotina cuando entra al organismo es quitarnos parte de esta estética y apagarnos la frescura y la juventud, sinónimo de la belleza femenina.
Una de los temas que más nos preocupa es la piel, por eso tenés que saber que envejece a más velocidad en las fumadoras porque hay una reducción del colágeno y comienza a deshidratarse y a perder firmeza. A su vez, no se oxigena como debe y se disminuyen las vitaminas que la mantienen suave y elástica. Así, surgen las arrugas en el rostro, más que nada alrededor de los ojos y los labios por el gesto de pitar el cigarrillo y de exhalar el humo. En aquellas mujeres que ya tienen arrugas en su tez, se les van a pronunciar más y a profundizarse.
Las toxinas que el humo lleva al rostro quedan en él, por lo que no deja que respiren bien los poros, y esto provoca también acné no inflamatorio, barritos y puntos blancos.
El resecamiento de la piel va a provocar grietas y por la falta de oxígeno, a cambiar el color del rostro, que se tornará entre amarillento y grisáceo, dándole un aspecto de cansancio.
Los ojos van a ser afectados por el humo desencadenando en algunas ocasiones, disminución de la visión, irritación, párpados hinchados y también pueden asomarse pequeñas ojeras.
A nivel capilar, el cigarrillo impide que lleguen al cuero cabelludo los nutrientes que necesita para que el cabello esté sano y se renueve, entonces se va opacando y secando, haciendo que pierda vitalidad su fibra y las puntas se quiebren, lo que puede provocar su caída.
Tus manos van a dejar de verse femeninas porque la colilla les da un color amarillento a los dedos y a las uñas, a su vez, se hacen frágiles y se rompen, la piel se reseca y pueden aparecer manchas.
A la boca también le juega una mala pasada, porque tiñe los dientes debido a que la nicotina se pega al esmalte, asimismo, provoca caries, aliento a cigarrillo, gingivitis y sarro.
Como esta droga lesiona las fibras y el tejido conectivo de la piel, y pierde elasticidad y fuerza, comienzan su aparición las estrías, y por la insuficiencia de oxígeno y las toxinas que entran al cuerpo en mayor medida, también asoma la celulitis.
La próxima vez que quieras prender un cigarrillo, si es que sos fumadora, pensalo dos veces y relee esta nota.
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