El nervio ciático comienza en la columna vertebral y desciende por la parte posterior de cada pierna. Su función es controlar los músculos de la parte posterior de la rodilla y de las pantorrillas, así como proporcionar sensibilidad a la parte posterior del muslo, parte de la región inferior de la pierna y a la planta del pie.
Entre las causas más comunes se pueden destacar: la hernia de disco u otras enfermedades degenerativas de los discos vertebrales, lesión o fractura de la pelvis y estenosis raquídea.
La sintomatología puede ser desde un hormigueo leve hasta un dolor tan intenso que impida moverse a la persona que los sufre. El dolor se siente normalmente en una parte de la pierna y en la cadera, y se acompaña de un entumecimiento del resto de la pierna. Suele empeorar al levantarse o al sentarse, por la noche, al toser o al reírse, y al caminar un buen rato.
El médico realizará los exámenes necesarios para determinar el origen del dolor, entre los que se incluyen análisis de sangre, radiografías, resonancia magnética u otros exámenes que el médico considere necesarios.
Para aliviar los síntomas, pueden seguirse las siguientes medidas:
- Aplicar calor o hielo en el área que presenta el dolor. Lo mejor es probar con el hielo durante los dos o tres primero días. Si el remedio no es efectivo, aplicar calor para de ese modo aliviar el dolor.
- Concurrir al Masajista, una vez realizado los estudios para avanzar con los masajes de relajación de la zona.
- En la cama intentar dormir en posición fetal con una almohada entre las piernas si dormimos de lado. Si dormimos boca arriba, lo mejor es colocar una almohada bajo las piernas para aliviar la presión sobre el nervio.
- En la cama intentar dormir en posición fetal con una almohada entre las piernas si dormimos de lado. Si dormimos boca arriba, lo mejor es colocar una almohada bajo las piernas para aliviar la presión sobre el nervio.
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