Esto lo podemos prevenir siguiendo una serie de consejos básicos:
- Realizar ejercicio físico: Pasar mucho tiempo sentados, ya sea en el colegio, haciendo los deberes o jugando a los videojuegos hace que la musculatura de la espalda pierda tonicidad y se debilite.
Para evitarlo, nada mejor que practicar ejercicio físico diariamente. Cualquier deporte resulta conveniente, pero especialmente nadar, correr o montar en bicicleta. Eso sí, debemos tener en cuenta la edad de nuestros hijos, porque algunos deportes, como la carrera, pueden estar contraindicados si los niños son muy pequeños.
- Cuidado con las mochilas: El exceso de peso o un peso mal repartido pueden causar lesiones en la columna vertebral, por lo que, si el niño usa mochila sin ruedas, debe ser para llevar a la espalda con dos tirantes acolchados y colocada a unos 5 cm de la cintura, distribuyendo bien la carga del interior, poniendo lo más pesado más cercano a la espalda y lo más ligero en el exterior. Si es con ruedas, deberemos cuidar que el asa no sea demasiado baja para que el niño no vaya ladeado ni encorvado. En cualquier caso, el peso de la mochila nunca debe exceder el 10% del peso del niño.
- Mantener buena postura: sentándose recto en la silla y apoyado en el respaldo, y utilizando un atril al estudiar para evitar que el niño se encorve. También es importante cuidar la postura al dormir, intentado evitar dormir bocabajo para proteger las lumbares.
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